Toledo
El patrimonio histórico y cultural de Toledo es tan extenso e intenso que ha hecho que no solo sea declarada una ciudad Patrimonio de la Humanidad, sino también uno de los destinos turísticos más grandes de Europa.
Toledo guarda la magia de sus orígenes. Internándose en ella el viajero descubre el mestizaje ancestral de sinagogas, mezquitas e iglesias cristianas, pasadizos, puertas mudéjares, aromas de esencias judías y alcantarillas romanas que asoman bajo muros visigodos.
Durante la Edad Media, Toledo desarrolló una pujante economía artesanal que aún perdura y es uno de los mayores atractivos de la ciudad. Las espadas de Toledo fueron símbolo de fortaleza y calidad: se decía que el agua del Tajo proporcionaba un temple inigualable. En la actualidad, al igual que sus joyas y armaduras de caballeros, se venden como elementos decorativos.
La ciudad de Toledo ocupa un promontorio rocoso envuelto por un meandro del río Tajo, cuyas aguas le sirven de foso natural por el sur, el este y el oeste.