Plaza de España de Sevilla
La Plaza de España de Sevilla constituye un conjunto arquitectónico encuadrado en el Parque de María Luisa, configura uno de los espacios más espectaculares de la arquitectura regionalista.
La Plaza de España constituyó el proyecto más emblemático de la Exposición Iberoamericana del año 1929, fue proyectada por el arquitecto sevillano Aníbal González, que también era arquitecto director del evento expositivo, fue ayudado por un buen conjunto de colaboradores, entre los que se encontraba el ingeniero José Luis de Casso y el arquitecto Aurelio Gómez Millán.
Las obras de construcción comenzaron en el año 1914, resultando el proyecto más ambicioso y costoso de la Exposición, llegando a trabajar en su construcción mil hombres al mismo tiempo, puede resultar asombroso, cómo una ciudad en situación económica difícil en esos años, se embarcó en un proyecto de semejante magnitud. En 1926, tras la dimisión de Aníbal González de su cargo de director de la Exposición, asume la finalización del proyecto el arquitecto Vicente Traver, que terminó los cerramientos del recinto y añadió la fuente del centro de la Plaza.
Está situada dentro del Parque de María Luisa, siendo su entrada más próxima por la glorieta del Cid Campeador, justo enfrente de dicho monumento y la antigua Real Fábrica de Tabacos. La entrada es libre y para evitar vandalismos es cerrada a las 22 horas.